CONCLUSIONES DEL I FÓRUM INTERNACIONAL EN
DEFENSA DE LA SALUD DE LOS PUEBLOS
La Salud como Necesidad Humana Esencial, Derecho de Ciudadanía y
Bien Público
Una Salud para todos es posible y necesaria...
Organizadores:
Associação Latino Americana de Medicina Social -ALAMES
L@s participantes del I Fórum Internacional por la Defensa de la Salud de los Pueblos, realizado en Porto Alegre – Brasil, del 29 al 30 de enero de 2002, convocan a todos los pueblos del Mundo, a todas las mujeres y hombres que sienten como suyos las responsabilidades, desafíos y el imperativo de construir sociedades justas y equitativas... para que se sumen a estas palabras difundiéndolas y trasformándolas en acciones sostenidas...
Entendemos que este II Fórum Social Mundial, abre una nueva etapa en la lucha por la universalización de los derechos sociales, y particularmente por el derecho a la salud, como expresión del derecho a la vida, entendiendo salud como la expresión de las condiciones y la calidad de vida y no simplemente el acceso eventual a los servicios de salud.
Queremos denunciar al Mundo los efectos devastadores de las políticas de ajuste macroeconómico y de la militarización de las relaciones internacionales, sobre la posibilidad y la calidad de vida de los pueblos, y afirmar que estos efectos no son accidentes excepcionales de las políticas económicas neoliberales, sino que son la esencia misma de una lógica que objetiva la maximización del lucro, la destrucción de la capacidad de seguridad social de los Estados y la misma identidad de los estados nacionales, dividiendo el mundo a través de un inmenso apartheid social, donde regiones, países y continentes son relegados a la condición de espectadores de la monstruosa acumulación de capitales internacionales. De esto resulta la faz más despiadada de la llamada globalización económica o mundialización del capital: la profunda inequidad que se establece como una lógica perpetuadora de la injusticia social, tornando a los ricos cada día más ricos y a los pobres desesperadamente más pobres. Con la fragilización de la vida infantil y de la vejez y la feminización de la pobreza. Como fruto de estas inequidades, los pobres del mundo miran a los países ricos como del otro lado de las vidrieras del shopping mundial, buscando en desesperadas migraciones económicas el paraíso que el mismo orden económico mundial les niega, y que ya sabemos es un modelo de desarrollo socialmente segregador y ecologicamente insostenible.
Así es que entendemos que la tragedia Argentina es la consecuencia directa de la aplicación sostenida y fiel de los principios neoliberales, ignorando los intereses y necesidades de los ciudadanos, producto esperado y muchas veces denunciado de una lógica que cuida de la salud del capital y no de la salud de los pueblos.
Asimismo queremos alertarles que la mundialización del capital no es una abstracción, pues define la posibilidad de la calidad de vida, la salud y por ende la posibilidad de la vida humana, y además no es hecha por entes abstractos como el Banco Mundial y el FMI, pues estos organismos reflejan las directivas de los grandes conglomerados capitalistas que hoy dominan el mundo, apoyados en el manejo político de gobiernos de muchos países ricos y pobres, cuyas clases dirigentes están comprometidas con la salud del capital, suyo y ajeno, más que con la salud y bienestar de sus própios pueblos. Así es que afirmamos que el espacio de lucha contra el perverso orden mundial dominante encuentra su expresión en cada ciudad, región y continente, a través de una lucha posible y necesaria que convoque cada mujer y cada hombre a defender su dignidad y la dignidad de las generaciones futuras hacia un mundo justo, equitativo y solidario.
Entendemos que estamos frecuentemente atrapados en un fascismo social donde las opciones que nos ofrecen son tan malas y pobres que nos resta solamente luchas de resistencia, por temor de que el futuro pueda ser aún peor. Las leyes son frecuentemente no respetadas y violadas por sus propios guardianes formales, generando la banalización de los derechos y el vaciamiento del sentido de las libertades formales. Solamente la politización del debate y su esencialización pueda darnos potencia política y creatividad para crear otro mundo con la defensa de los derechos sociales y la desbanalización de la vida.
La salud como expresión compleja de las determinaciones económicas y sociales sobre las condiciones de vida, es un campo de lucha por el pleno respeto a los derechos sociales, económicos y culturales de los pueblos. Para nosotros y nosotras, salud es un derecho humano esencial, derecho fundamental de ciudadanía y un bien público. Y también es un deber del Estado, al cual lo deseamos como garantizador del interés público, defendiendo esos intereses en la arena del mercado, evitando la mercantilización de la salud. Así es que defendemos el rescate del Estado para sus funciones de defensa del ciudadano y de la vida, a través de la afirmación de la dignidad de la política como espacio público y democrático. Así es que reivindicamos que los estados defendan sistemas de seguridad social y salud, donde la universalidad, la integralidad y la equidad sean sus características fundantes, plasmadas y respetadas en los textos constitucionales y legales y en la organización y financiamiento de los sistemas y servicios de salud.
Exigimos de la política y de la economía su recuperación hacia principios éticos que defiendan la dignidad del hombre y proclamen la mundialización de la solidaridad y de la defensa de la vida. Con todo el esfuerzo económico dirigido a la satisfacción de las necesidades de la gente, lo que incluye primeramente el derecho a la vida.
Nos escandaliza que los ajustes y búsquedas de eficiencia económica para el sector salud nunca exijan el control de los precios y costos farmacéuticos, puesto que las industrias de fármacos están directamente vinculadas a la acumulación salvaje en el sector salud, imponiendo precios exorbitantes en el Tercer Mundo y bloqueando las iniciativas de desarrollo de industrias farmacéuticas nacionales. Exigimos así que se rompan los derechos exclusivos de patentes, generando una perspectiva ampliada de acceso social y económico a los medicamentos y equipamentos de salud.
Queremos manifestar nuestra extrema desconfianza hacia los discursos de las agencias financieras internacionales, gobiernos y partidos de países ricos y pobres, que hablan de la pobreza y de la necesidad de combatirla, pero sin hablar de la necesidad de cambiar el modelo de desarrollo económico que está generando desempleo, destrucción de las garantías de los derechos sociales y profundizando el abismo de las inequidades.
A estos organismos, gobiernos y corporaciones los desafiamos al debate público y democrático de un desarrollo con cara humana.
De ninguna manera negamos la necesidad de reforma en los sistemas de salud y en los estados para que se acerquen a los ideales de desarrollo humano integrales y equitativos, lo que no aceptamos es la imposición de una lógica única centrada en los intereses de mercado del capital internacional.
En un momento de gran desarrollo científico de la humanidad, se torna aún más importante el tema de la ética y de la equidad, con la defensa de la salud como un bien público, en particular en el tema del mapeo del genoma humano, nos parece esencial afirmar el derecho de la humanidad, puesto que el patrimonio genético es patrimonio de cada ser humano, evitando una mercantilización que aumentaría las inequidades y tendría efectos devastadores sobre el acceso de los pueblos del mundo a los avances de la ciencia.
Frente a todos estos elementos, proponemos:
- la manifestación fuerte y firme en contra de la lógica neoliberal y sus consecuencias sobre el derecho a la vida;
- la solidaridad con el pueblo de Argentina y de todos los países donde el neoliberalismo hace ruinas de los derechos sociales y la particular preocupación con la escalada guerrerista y la internacionalización de la guerra en Colombia;
- rechazo a la integración a la Zona de Libre Comercio de las Américas – ALCA, entendida como un ataque más contra nuestras economías y nuestra soberanía;
- la esencialización y politización del debate, con la construcción colectiva de una Agenda Política en Defensa de la Salud como Derecho, definida Salud como Necesidad Humana Esencial, Derecho Social y de Ciudadanía, Bien Público y Deber del Estado. Entendiendo como Agenda Política Pública al proceso de construcción democrática y participativa acerca de lo que quieren y necesitan nuestras sociedades, en cada ciudad, región, país y continente, pensando la materialización de acuerdos que garanticen participativamente la dignidad humana y la ética más allá de los intereses financieros inmediatos. Urge el debate público mundial acerca de un modelo de desarrollo hacia la equidad. Como parte de este esfuerzo proponemos la adhesión a la elaboración de un informe alterno de la equidad de las condiciones de vida y salud;
- la reivindicación de la formación de Consejos de Representación de los Pueblos junto a los organismos como el MERCOSUR y las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud, con el objetivo de expresar directamente nuestras necesidades, sin la mediación frecuentemente irresponsable de nuestros gobiernos;
- la inclusión en los aparatos jurídicos de cada País del pleno derecho a la salud, con universalidad, integralidad y equidad, con asignación de recursos suficientes para responder a las necesidades sociales en calidad de vida y salud, movilizando capitales nacionales e internacionales. Combatiendo los programas de focalización a la pobreza sin la garantía de derechos universales, proponiendo universalidad con equidad, como forma superior de justicia social;
- por esta misma razón condenamos y rechazamos el modelo de atención a la salud en Colombia, conocido como pluralismo estructurado, cuya aplicación ha conducido a la exclusión e inequidades crecientes, afirmamos que ningún País debe adoptar tal modelo, contrario a los intereses de la salud de los pueblos;
- así mismo alertamos y condenamos los intentos del Gobierno Paraguayo para reformar, sin participación social, la Ley 1032 y el Código Sanitário, además de intentar privatizar el Instituto d Previsión Social – IPS, haciendo aún más frágil el aparato de garantías de derechos sociales en el País, aplicando los principios del perverso sistema colombiano;
- apoyamos los intentos de reforma constitucional en Uruguay para garantizar el derecho a la salud de todos los uruguayos y no solamente a los “indigentes”, como hoy establece la Ley;
- afirmamos además la defensa y garantía del derecho a la Salud en Brasil, a través de la garantía de recursos suficientes y la concreción de la universalidad, equidad e integralidad, como principios que el Estado Brasileiro aún no garantiza para toda su población;
- la sanción de toda y cualquier violación de los derechos a la salud por parte de entes públicos o privados, con particular énfasis en el control de las violaciones provocadas por los propios estados y gobiernos, buscando la constitución de un Observatorio Internacional que monitoree estas violaciones y las presente frente a la Corte Internacional de Justicia;
- exigir a los gobiernos y a las agencias multilaterales para que adopten metas públicas de un dígito para todos los indicadores de calidad de vida y salud, reduciendo las inequidades cuanto a las necesidades no satisfechas, reduciendo la mortalidad materna, infantil, el desempleo, la falta de viviendas adecuadas....a un dígito, tal cual lo hacen con las metas económicas o de salud del capital...
Les convocamos a hacer un formal y fraterno llamado internacional a todos los trabajadores, organizaciones y habitantes para que en aquellos países donde existan empresas multinacionales farmacológicas con subsidiarias en Argentina o no, para que rompan con todo privilegio o derecho de patente o propiedad sobre las drogas que se soliciten y permitan la subsistencia de la población argentina: el medicamento es un bien social, como Brasil y Sudáfrica lo han demostrado y hecho con las drogas contra el SIDA;
Reivindicamos que la Salud como Derecho de la Humanidad sea uno de los temas centrales del III Fórum Social Mundial, en 2003;
Que la Salud de Los Pueblos sea uno de los temas centrales del Fórum Rio + 10 que se celebrará en África, en 2002;
Que se proteste formalmente contra la violación de los derechos de manifestación sindical en Uruguay y contra las violaciones de los derechos civiles de ciudadanos paraguayos miembros del Movimiento Patria Libre, los cuales fueran víctimas de prisión arbitraria y persecución policial por parte del Gobierno Paraguayo;
Que se realice un amplio proceso de movilización hacia la realización del II Fórum Internacional en Defensa del Derecho a la Salud de los Pueblos, en Porto Alegre, en enero de 2003, antecediendo el III Fórum Social Mundial;
Que se produzca una convocatoria ampliada y transectorial hacia el I Fórum Mundial de la Salud, a realizarse en el primer semestre de 2004, también en Porto Alegre;
Que todos aquellos individuos y organizaciones gubernamentales o no, que esten de acuerdo a los principios y líneas de acción propuestos en este documento, se asocien en la convocatoria de nuestros eventos en 2003 y 2004, así como en las iniciativas aquí propuestas;
Que se organice una protesta continental en contra de la mercantilización de la salud, con los trabajadores de los servicios públicos que trabajen con regímenes de contribución suspendiendo la facturación de las atenciones por un día y aquellos donde no hay facturación diferenciada, trabajando con brazaletes o chapas y aclarando a los pacientes el objeto de la lucha por el derecho a la salud;
Nos proponemos y los invitamos, para actuar en nuestros espacios de vida como ciudadanos y ciudadanas del mundo, luchando por una sociedad orientada hacia la justicia social y la equidad, donde el respeto a la dignidad humana se posicione más allá de la acumulación salvaje del capital. Les convocamos a la reflexión y a la acción, movidos por la esperanza y la indignación.
Para contactos y manifestaciones: [email protected] o [email protected]
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